lunes, 15 de agosto de 2011

FOTOCRONICA: "Iguales, pero distintos"

Como es abril el sol tarda en esconderse. A pesar de eso, al llegar a las casas que están sobre el río, ya se ha ocultado. Bajamos unas escaleras, mi amiga y yo. Nos encontramos con cinco perros, ropas colgadas y el silencio del río. Aquel que a simple vista está cubierto de camalotes y un par de lanchas, es el mismísimo Río Paraná. Esta fuente de agua dulce –tan poco apreciada por los lugareños- es verdaderamente admirable. Mil y una historias se cuentan a orillas del mismo; en los tres países que abarca: Argentina, Brasil, Paraguay. De las cuales, una es mía.

Nos fotografiamos más de una vez. Sonreímos y descubrimos la tranquilidad que nos deja este lugar. La simpleza con que las casas están construidas. Rodeadas de árboles, con raíces en el Paraná. Un puente hecho con maderas, palos y varios caños, combina una de las casas con la otra. Esta última tiene una puerta baja de chapa que señala la privacidad del lugar. Un perro simula marcar territorio. Aunque en realidad, nunca se ha movido. La casa es muy sencilla, sólo maderas y chapas. Ya es tarde, y cumplimos nuestra misión. Es hora de volver. Pero antes me paro a ver un detalle. Un caño que representa un mástil, muestra flameante una bandera de Argentina. Es ahí cuando recuerdo lo diferente que vivimos los argentinos. Las grandes desigualdades sociales que existen. Acá, a la vuelta de mi casa.

1 comentario:

  1. ¡Hermoso trabajo, foto y crónica!

    Me gustó mucho lo de "mil y una historias se cuentan en sus orillas. Una es mía".

    Felicitaciones.

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