jueves, 26 de octubre de 2017

Crónica: Ciudad de pobres corazones.


Caminar por el centro de Rosario en hora pico es la peor decisión que pude haber tomado.
Agarré por calle Corrientes después de haber visto libros en Plaza Sarmiento, me puse mis auriculares y abrí una lista de reproducción que creé para cuando voy allá. Suena estúpido, pero pienso que esta ciudad es perfecta para un video musical.
Seguía disfrutando de la música y miraba los altos edificios que parecían no tener fin, las estatuas de algunos, como las palomas comían el pan que nenes con sus padres le tiraban. Doblé por calle Córdoba y sentí el impacto contra un hombre de traje y unos de mis auriculares se cayó, miré para el costado y le pedí disculpas pero él siguió caminando sin prestarme mucha atención.
Me volví a colocar el auricular y cambié la canción "Una nueva noche fría" de Callejeros. La iba tarareando y siento como una bolsa me golpea, una señora con un montón de bolsa pasaba con su hija, le pedí disculpas por no verla y me ignoró igual que aquel señor de traje.
Decidí sentarme un rato en el banco de una plaza a descansar un poco. Mientras la música seguía cambiando pude observar como todos caminaban apurados, hablando, cargados de bolsas, paseando. Como todos se chocan y no apartan la vista del celular, no dejan de hacer sus cosas, están dentro de sus mundos sin que nadie los moleste.
Me levanté y seguí, en ese momento sonaba "Caminando por Rosario" de Fito Páez, me venía como anillo al dedo. Empecé a cantarla por lo bajo y sin darme cuenta ahí estaba el Monumento a la Bandera, eran como la 7 de la tarde y ya estaba oscureciendo. Le saqué una foto porque las luces lo hacían ver más hermoso. Anduve un rato más, contemplé el río Paraná y vi a mi alrededor como las personas seguían en ellos mismos.
Ese día pude darme cuenta de como todos viven acelerados, como no disfrutan, no viven. Están tan pendientes del trabajo que se olvidaron de vivir sus vidas adecuadamente, estando mas pendientes de los que lo rodean, de salir a caminar sin preocupaciones, de tomar mate con amigos, de mirar a los ojos del otro al hablarle y que un aparato no los tenga entretenido, de pasar momentos sin necesidad de registrarlo en una red social, guardando recuerdos para uno mismo, disfrutando de las cosas hermosas que tiene la ciudad porque cuando se den cuenta se les habrá pasado la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.