Surge con la fundación en 1923 del instituto para la investigación social en Frankfurt, Alemania, durante la segunda guerra mundial. Sus integrantes estaban preocupados por el estado de salvajismo en el que había caído la humanidad. Ellos creían que la sociedad de masas, donde cada hombre era
dueño de si mismo y podía pensar como quisiese, lo llevaría al fracaso.
Este pensamiento contradice al iluminismo y por ello conducía a guerras. Crearon una teoría critica al iluminismo que habla de que las masas y el capitalismo se basan en la teoría marxista.
Los medios masivos de comunicación tenían un papel muy importante, ya que tienen la capacidad de influenciar las masas con sus publicidades. Buscan la homogeneidad de gustos, modas, tendencias, entre otras cosas, manipulando la información.
La escuela de Frankfurt elaboró un concepto fundamental sobre ellos “la industria cultural” en todo el sistema de producción de bienes culturales. Tal concepto provenía del marxismo.
Películas, programas de tv, radio, revistas de moda y más, son productos de la industria cultural. El término industria no es al azar. Los autores estudiaron como estos productores, al convertirse en mercancía, comienzan a producirse en serie, por ejemplo: dibujos animados como el “Pato Donald”.
Como toda industria cultural produce productos muy similares, abundan las imitaciones y suelen desaparecer las obras originales.
La industria cultural invade el tiempo de ocio y le asigna las formas y características propias del mundo del trabajo.
Durante su tiempo de ocio las personas actúan según pautas establecidas. Hacen actividades programadas de modo tal que aquel espacio donde podría desplegarse la creatividad, la libertad de expresión y la crítica se disuelve en un entretenimiento que los alianiza, tal como lo describía Marx.
Realizada por Agustina Cruz, Oriana Diaz, Aylén Giménez, Candela Moreira y Chiara Verón.