lunes, 30 de agosto de 2010

Alguien toca la puerta

Carlos era un hombre solo, de edad avanzada y propietario de una abandonada casa en el norte de la ciudad de Bs As. Su mujer había fallecido hacía 3 años y él no veía la hora de hacerle compañía en el frío panteón donde descansaba eternamente. Una tarde nublada de junio se encontraba mirando hacia fuera por la ventana del frente, rutina que mantenía desde que su única hija se marchó de casa. Admiraba con recelo a las jóvenes parejas de enamorados que pasaban por su ventana, recordando las tardes de primavera en que el mate era excusa para visitar a su enamorada tratando de ocultar tras su sonrisa el profundo amor que sentía. Nunca pudo olvidar aquel día en que tomo coraje y con un anillo en el bolsillo golpeó la puerta de su casa, oyó a la madre gritar a María del Carmen que abriera la puerta, y mientras suave se deslizaba la puerta, él se arrodillaba decidido, subió la cabeza en busca de su mirada y tiritando pronunció -“María ¿me harías el honor de casarte conmigo?”.Todos aquellos hermosos momentos se volvieron a guardar, rápidamente, en el cofre de la memoria cuando golpearon a la puerta, cosa muy rara, ya que nadie iba a visitarlo hacía tiempo.

1 comentario:

  1. ¡Excelente, Lucía! Losgraste que el lector desee desesperadamente saber quién está golpeando a la puerta. Ahora bien: ¿Quién era?

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