El detonante fue cuando un empleado de Litoral Gas estaba cambiando el regulador de gas de un edificio que se encuentra en Salta 2141, a pocos metros de Boulevard Oroño.
Pocos instantes después del estallido que se sintió varias cuadras a la redonda, restos de ventanas, puertas y persianas se encontraban sobre la calle. Al mismo tiempo, apenas llegaron los bomberos y otras unidades de control urbano, comenzaron a resguardar a las personas que aún seguían en la estructura afectada.
El impacto de volver a casa y encontrarse con un espectáculo dantesco fue fuerte. Muchos salieron en estado de shock y por esto fue clave la asistencia de los profesionales en salud mental. En medio de la tristeza, los rescatistas trabajaban a destajo y los voluntarios ofrecían bebidas, alimentos, compañía y consuelo. Todos estaban dispuestos a ayudar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.