miércoles, 4 de abril de 2012

Malvinas - Historias en primera persona "Mentiras ante la realidad"

Nosotros, con nuestras acciones y omisiones cotidianas, con las elecciones que hacemos, escribimos la historia. Construimos relatos de "hacen sentido", nos contamos lo que nos pasó para entenderlo. La memoria colectiva se teje con el entramado de múltiples memorias individuales que resignifican desde diversos lugares el pasado.
Vamos a compartir relatos recogidos por alumnos del Colegio Nuestra Señora de los Milagros. Se trata de los recuerdos de padres, vecinos y conocidos sobre la guerra de Malvinas, sucedida hace 30 años.



Yo, simplemente plantié el tema y pregunté “¿Qué saben, qué se acuerdan o, como fueron las cosas en el momento de la guerra de Malvinas?” Mientras mi mamá terminaba de preparar la comida, y mi papá, mi hermano y yo, esperábamos en la mesa.
 Para tener en cuenta, mis papás nacieron en 1971, (hoy, 40 años) por lo tanto, ambos tenían 11 años en el momento de la guerra (1982) Iban a la escuela, ella en Santa Fe Capital y él, acá en Capitán Bermúdez.

Al principio, empezó a hablar mi mamá, esto me decía:
-          En la tele daban informativos a cada ratito, los militares hablaban todo el tiempo “comunicado numero….tanto”
Mi papá agregó:
-          Sí, y nos mentían
Mi hermano entonces, preguntó: (11 años)
-          ¿Por qué les mentían? ¿Qué les decían?
Él le contesto:
-          Nos decían que ganábamos, que íbamos ganando y era todo mentira.
Mi mamá dijo:
-          que les mandemos ropa, comidas
-          Pero nunca les llegó nada
Mi mamá siguió contando:
-          Cartas, dibujos, golosinas, en las escuelas juntábamos de todo para mandar a los soldados, pero nunca les llegaba nuestra ayuda. La abuela, se juntaba con las vecinas a rezar, hacían cadenas de oraciones, era fija que a las tres de la tarde, se juntaban. El tío por poco que no va a Malvinas, él hacia poco que había vuelto de hacer el servicio militar, la marina y le llegó un comunicado que decía que no tenía que irse de su casa porque podían llevárselo en cualquier momento, lo iban a ir a buscar.
Otra vez mi hermano, preguntó:
-          ¿Y qué hacían si lo venían a buscar y no estaba en la casa, si se había escapado?
Mi papá le contesto que:
-          Lo metían en la cárcel, si lo llegaban a ir a buscar y el no estaba, o si lo buscaban pero no quería ir.
Mi mamá:
-          Además, en las escuelas nos hablaban y estudiábamos mucho sobre las Malvinas, nos enseñaron la canción, y en la tele mostraban propagandas que explicaban que por los kilómetros, la distancia, el suelo marino y esto y lo otro las Malvinas eran Argentinas.

El momento vivido fue, realmente triste, mucha información falsa, que le hacía creer a la gente cosas que en realidad eran totalmente diferentes, como por ejemplo, como estaba yendo la guerra o como estaban los soldados, o que las cosas que mandaban, llegaban y no fue así. Llevaron a jóvenes indefensos que no estaban capacitados para ir a una guerra, a morirse de frío, hambre y miedo, que murieron luchando por Argentina. Esta guerra fue pobres contra ricos, expertos, contra indefensos. Los argentinos acá, creyendo que todo estaba perfecto, mientras todo eso estaba muy lejos de ser una realidad en las Islas Malvinas.

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